En una entrevista en el canal Sr. Wolf Podcast, Pablo Navarro ha expuesto su visión sobre la evolución del violín eléctrico, los retos del músico contemporáneo y cómo esta adaptación tecnológica puede cambiar las reglas del espectáculo musical
Un instrumento tradicional con un nuevo lenguaje
En la entrevista concedida al canal Sr. Wolf Podcast, Pablo Navarro explicó cómo el violín eléctrico ha dejado de ser un experimento para convertirse en una herramienta consolidada dentro de la música contemporánea.
“El violín clásico tiene una expresividad infinita, pero el eléctrico abre un universo de sonidos que antes eran imposibles”, afirmó. Gracias a los efectos, la amplificación y la versatilidad de este instrumento, Navarro defiende que se puede incorporar a géneros como el rock, el pop, la electrónica o incluso el jazz, donde el violín acústico resultaba limitado.
La importancia del directo
Uno de los puntos que más recalcó Navarro fue el valor del violín eléctrico en los conciertos en vivo. Señaló que, en escenarios grandes, el violín clásico suele perderse entre guitarras eléctricas, baterías y sintetizadores, mientras que el eléctrico permite mantener un sonido potente y equilibrado.
“Hoy los conciertos son experiencias inmersivas, no solo musicales. El violín eléctrico no es un capricho, es una necesidad para poder estar a la altura del resto de la banda y del espectáculo”, explicó.
Entre tradición e innovación
El violinista insistió en que su apuesta por el violín eléctrico no significa renunciar al clásico. Por el contrario, cree que ambos pueden convivir:
“El violín eléctrico no sustituye, complementa. Lo que hacemos es ampliar el repertorio del instrumento para llegar a más gente”.
En su opinión, los puristas que lo critican cometen un error al pensar que la innovación resta valor a la tradición: “La tradición se mantiene viva precisamente porque evoluciona”.
Retos y prejuicios a superar
Navarro también fue autocrítico y reconoció los desafíos que implica trabajar con un violín eléctrico. Por un lado, los técnicos: dominar pedales de efectos, amplificación y mezclas requiere tiempo y aprendizaje. Por otro, los culturales: parte del mundo académico aún mira con recelo este instrumento.
“No falta quien te diga que no suena ‘real’, que estás pervirtiendo la pureza del violín. Pero lo cierto es que la música siempre ha cambiado. Lo mismo pasó cuando apareció la guitarra eléctrica”, recordó.
El futuro de la música instrumental
Para Navarro, la llegada del violín eléctrico no es solo una cuestión técnica, sino cultural: abre la puerta a una mayor fusión de géneros y colaboración entre artistas. Imagina un futuro en el que los músicos clásicos compartan escenario con bandas electrónicas o DJs, y donde el violín tenga un rol protagonista en espacios antes reservados a otros instrumentos.
“El público ya no busca lo puro o lo académico, busca emoción. Y si la emoción se transmite con un violín eléctrico, eso es lo que importa”, sentenció.
Haz clic en el siguiente enlace para visualizar la entrevista al completo de Pablo Navarro: https://youtu.be/U17rb0jjlM8?si=WDt0xhPW-a2ZCdhH