El aventurero español Nacho Dean relató en una entrevista en el podcast Sr Wolf los detalles de la que fue su mayor hazaña: dar la vuelta al mundo caminando. Una aventura que le llevó tres años, cuatro continentes, 31 países y más de 44 millones de pasos.
Madrid, 22 de septiembre.– Nacho Dean partió el 21 de marzo de 2013 desde el kilómetro 0 de la Puerta del Sol, en Madrid, con rumbo al este. Tres años después regresó al mismo lugar por el lado contrario, completando lo que él mismo describe como un círculo vital y geográfico.
Más que un desafío físico, su objetivo fue vivir una experiencia de inmersión total: caminar, descubrir la naturaleza y entrar en contacto directo con las personas de cada lugar. “No quería hacerlo en tren, en bicicleta o en avión. Quería hacerlo andando”, recordó.
Momentos de miedo y solidaridad
El viaje también tuvo episodios difíciles. Dean confesó que los momentos de mayor miedo los vivió en El Salvador y México, cuando intentaron asaltarlo con machetes. “Los seres humanos han sido quienes me han puesto en las situaciones más al límite”, explicó. Aunque también tuvo que enfrentarse a animales salvajes, subrayó que la tensión mayor siempre vino del contacto humano.
Aun así, la solidaridad fue la nota dominante. Durante buena parte de su recorrido estuvo acompañado por personas que se cruzaban en su camino, lo invitaban a sus casas o lo animaban a continuar. “Me he reconciliado con el ser humano”, afirmó.
Una lección de perseverancia
Dean describió su regreso como un símbolo de perseverancia y resistencia. Con un presupuesto ajustado y la incertidumbre constante de lo que vendría en cada frontera, la fortaleza mental fue clave. “Lo realmente importante es la convicción”, aseguró.
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